Washington, 31 dic (Prensa Latina) Casi tres millones de electores ejercieron su derecho al sufragio hasta hoy, durante el período de votación anticipada en el estado norteamericano de Georgia con vista a elegir dos legisladores para el Senado federal.
La cifra constituye un récord histórico, mientras demócratas y republicanos realizan esfuerzos sin precedentes para llevar a sus partidarios a las urnas, incluyendo planes del presidente Donald Trump y el mandatario electo, Joe Biden, de participar en acciones proselitistas el lunes en esa demarcación, un día antes de los comicios.
Por su parte, el vicepresidente Mike Pence visitó Georgia varias veces para hacer campaña a favor de los candidatos republicanos, mientras la vicepresidenta electa, Kamala Harris, hará su segundo viaje el domingo, cuando llegue a la ciudad de Savannah.
Las contiendas gemelas entre el senador David Perdue (R) y el periodista de investigación Jon Ossoff (D), así como el Senador Kelly Loeffler (R) y el reverendo Raphael Warnock (D) determinarán qué partido controlará la Cámara Alta federal.
Según el diario The Hill, esto subraya cuán estrechamente dividido está el estado, pues la mayor parte del dinero recolectado para actividades de campaña se gastó en la movilización de los votantes, en lugar de para persuadir a los indecisos.
De acuerdo con The New York Times, menos de una semana antes de los comicios, las encuestas indican que las elecciones están demasiado reñidas como para vaticinar quién triunfará.
Dale Washburn, legislador estatal republicano, reconoció este miércoles que hasta ahora los demócratas superan a los del partido rojo en cuanto a participación en las votaciones.
Esto significa que los republicanos necesitan un desempeño contundente el día de las elecciones el 5 de enero, si quieren ganar la segunda vuelta de dos curules vitales.
Pero como ha sucedido en otras circunstancias en las últimas semanas, la actitud del presidente Trump está dañando a sus correligionarios en este sureño estado.
En ese sentido, el diario Atlanta Journal Constitution, señaló este miércoles el impacto adverso de la demanda del jefe de la Casa Blanca de que renuncie el gobernador de Georgia, Brian Kemp, por la negativa de este a apoyar las alegaciones de supuesto fraude electoral en los comicios del 3 de noviembre.
Según el rotativo, esta fue su reprimenda más dura hasta ahora a sus correligionarios republicanos días antes de la crucial segunda vuelta de Georgia para el control del Senado de Estados Unidos.
Las campañas republicanas y sus aliados externos desplegaron alrededor de mil empleados para llamar a las puertas de los hogares y obtener los votos de los electores.
Tanto las encuestas públicas como los sondeos internos de los demócratas y republicanos indican que ambas carreras se decidirán por márgenes estrechos.
Los datos de votación anticipada compilados por la oficina del secretario de estado de Georgia muestran que las contiendas están preparadas para romper los récords de participación anteriores.
Por lo general, los demócratas luchan por llevar a los votantes negros a las urnas en estas elecciones de segunda vuelta. Este año, ellos representan alrededor de 33 por ciento de los electores hasta el momento, tres puntos más que su participación en los comicios generales del 3 de noviembre.
El sureño estado de Georgia celebrará esta segunda vuelta de las elecciones al Senado el 5 de enero, un proceso que acapara la atención porque determinará si el presidente electo, Joe Biden, contará con la mayoría suficiente en esa instancia legislativa para llevar adelante su propuesta gubernamental.